ESPAÑA, DE MAL EN PEOR

La situación global es insoportable, por todos los rincones del planeta la miseria, las manifestaciones de protesta ante los recortes gubernamentales, los bancos y demás instituciones, se ha generalizado.

En España no es menos, aunque el gobierno del PP lo está haciendo de mal en peor y exige unas inmediatas dimisiones y elecciones, como siempre, las protestas se ven coloreadas por banderas de sindicatos subvencionados y partidos arcaicos cuyas insignias ya ni existen. Banderas de la URSS adornan unas calles tomadas por el pueblo para reivindicar aquello que les pertenece. Estos personajes que se unen enarbolando los emblemas de otras épocas son los mismos que no reconocen los genocidios perpetrados por los que estaban detrás de dichos emblemas. Y defienden con orgullo a dictadores de la talla de Fidel Castro. Y banderas republicanas con el escudo real (¡!) ¿Se imaginan a un estadounidense manifestándose con la bandera confederada? No queda de él ni las virutas

Manifestación del 19 de julio en Murcia

 

























Todo para protestar no por unas medidas desproporcionadas e injustas, sino porque no mandan ellos o los de su cuerda. Han estado callados durante 8 años, y aún más, mientras se negaba lo evidente.

Madrid

Esta es la diferencia entre las protestas globales y las de España. Mientras en los demás países se protesta contra el gobierno y bancos con banderas propias del país, aquí se hace con banderas sindicalistas y de la URSS. Sindicatos que por otro lado no paran de echar gente al paro, incluso de sus mismos empleados. Nuestro problema es que no estamos unidos y nos dejamos embaucar por personajes que viven a cuerpo de rey con nuestro dinero.

¿Ven alguna bandera que no sea argentina?

Eso da razones suficientes como para que gran parte de la ciudadanía no acuda a las protestas y prefieran ir a ver el último blockbaster del verano. También ayuda que las manifestaciones se realicen en jueves.

Las medidas tomadas por el gobierno son innecesarias, ya que no adelgaza las cuentas políticas y sí las del pueblo. Afecta a todos la subida del IVA, pero la mera presencia de los sindicalistas obesos en sus réditos e intereses y gente que se alza como salvadores de la patria con banderas comunistas, cuando se ha demostrado por activa y por pasiva que el comunismo es genocida, impide una participación mayoritaria.

Las revueltas de los mineros que quieren proteger a cualquier precio un retiro multimillonario antes de los 50, deja entrever un interés desmesurado que un mileurista no está dispuesto a defender. Los funcionarios que durante los últimos ocho años han estado ausentes de la vida activa revolucionaria, salen ahora a la calle para reivindicar lo suyo. Es inevitable que les reduzcan salarios y aumenten horas de trabajo por mucho follón que monten. Y es que la sociedad española no ve con buenos ojos a los funcionarios. Primero que hay muchos, demasiados, y segundo que siempre nos han mirado desde una escala superior, por encima del hombro. ¿Quién no se ha visto en la tesitura de llegar frente a una ventanilla y que le miren a uno como si le perdonaran la vida? Ahora quieren nuestro apoyo con el cuento de que todos somos España.

Tampoco ayuda que uno se entere de que los incendios se han embrutecido por la nefasta coordinación entre comunidades, donde se rechaza la ayuda porque no hablan la misma lengua y no se entienden.

Somos un organismo enfermo, pero en lugar de hacer lo que la naturaleza nos enseña, y es que ante la enfermedad el cuerpo se protege y se deshace de todo lo superfluo. Incluso prescinde de aquellas zonas no necesarias como las extremidades y centra toda su energía en la unión de sus órganos. Preservando de cualquier gasto innecesario en beneficio de la supervivencia del ser, nosotros estamos haciendo todo lo contrario. Estamos desintegrando España.

Ahora dicen que sólo tenemos liquidez para tres meses, que el BCE no nos rescata, ¿Qué pasará cuando estos abanderados comunistas con ropa Nike y Levi's no tengan para el botellón, después de ocho años de práctica?