Da gusto ver como los lo ciclistas se acercan a un semáforo en rojo, dejando de pedalear y llevando la pierna izquierda estirada. A la altura del semáforo en rojo ponen pie a tierra, s no cruza nadie le sirve dicha acción como impulso, si por el contrario se acerca alguien al cruce, el que tiene el semáforo en verde, se paran... Estos son los que respetan los semáforos. Los que se lo saltan automáticamente, miran y pasan.
Cuando el ciclista necesita reponer fuerzas, deja la bicicleta apoyada en la pared encima de la baldosa... y el agente, si tiene valor, que lo sancione.
El ciclista siempre tiene razón y si no la sociedad se la da, están fuerte el lobby ciclista que para satisfacerlo, el político de turno penaliza a los demás vehículos.
Si alguien quiere ver un festival multicolor para comprobar que lo anterior es cierto los invito a un semáforo, un sábado por la mañana... y después ver sus paradas obstruyendo la acera y el paso de los peatones. Tienen bula, con el Código de Circulación.
Hoy mismo he visto alguna que otra peripecia de un ciclista cualquiera por las calles de nuestro pueblo. Entre sus variadas infracciones le he observado circular por la acera hasta el punto de que al final de la misma venían algunas personas andando y se han tenido que bajar para dejar paso al mismo; hasta meterse en dirección prohibida no una sino dos calles, incorporándose en la rotonda sin respetar a los vehículos que por allí circulaban,... incluída yo misma.
ResponderEliminarEs vergonzoso.