domingo, 17 de octubre de 2010

EL CORREDOR DEL MEDITERRANEO




Que viene el tren, que viene. El tren de alta velocidad ya está marcando sus linderos, expropiando los terrenos colindantes a la actual vía.
La maquinaria pesada quita todos lo que le estorba, está dejando el terreno como un solar: Casas, huertos, matorrales… Todo a priori parece legal y lógico, hasta que han llegado a las oliveras centenarias junto a la carretera nacional 340. Allí han cogido la motosierra y han hecho leña. La sorpresa ha sido mayúscula. ¿Cómo es posible que esas oliveras no hayan sido desmochadas y cambiadas de sitio? ¿Dónde están los ecologistas? Protegiendo taráis y rabos de zorra en los salares, tal vez.
Las oliveras centenarias troceadas en el suelo a la vista de todos los viandantes, y ni una sola queja. Será porque da fruto, y no se limita tan solo a dar sombra y porte.
Leña de olivera, leña, triste ver un árbol centenario en el suelo por la dejadez del ser humano.
Aquí dejo mi grito, aquí dejo mi lágrima.

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