LAS DIETAS II

En el capítulo anterior, Las dietas, hablamos de los hidratos de carbono y de cuanto nos engordan. Principalmente eso es debido al índice glucémico (IG). El IG es el baremo por el que se mide la cantidad de azúcar que posee un alimento. Cuanto mayor sea el IG mayor será la cantidad de insulina que el páncreas deberá de aportar a la sangre. Por ejemplo, la cerveza contiene muy pocos hidratos de carbono, del orden de 3, 1 gramos por cada 100ml. Sin embargo su índice glucémico es muy elevado, del orden de 110. Es decir, si suponemos que 100 es el porcentaje de glucosa en sangre, la cerveza nos aporta el 110%. Además de que el tipo de cerveza engorde más o menos, la pilsener y lager hace barriga y las naturales o de arróz no. Lo importante es la cantidad de insulina que el páncreas debe de segregar en nuestra sangre para evitar una subida de azúcar.

Dicho esto y sabiendo qué es el IG, pasemos a saber qué alimentos engordan más.

Para empezar, todos aquellos que sean hidratos de carbono refinados, es decir, desde el pan blanco, el que se compra normalmente, hasta la bollería industrial que es la más nociva, pasando por el arróz, patatas y aperitivos varios.

Ahora bien, existen HC que no engordan o engordan muy poco. Estos son las verduras frescas y los cereales integrales. Las frutas engordan, pero si se comen como postre. En España hay una alto grado de culturización de zamparnos un dulce postre. Es como un regalo a una comida. Pero lo malo no es que eso sea un caso puntual, un domingo, una boda, etc. Es cotidiano y en todos los rincones de esta piel de toro. No hay casa, escuela, comedor o restaurante que después de comer opíparamente, se nos obsequie con un dulce. A modo de fruta, flan, yogur, o pastel. Eso sin descuidar que a la hora del café se suele acompañar con algún que otro detalle.

Tomar fruta y dulces después de comer es el mayor error de todos los tiempos, en cuanto a salud se refiere. La fruta fermenta causando gases y meteorismo además de aumentar considerablemente el IG sanguíneo. No hablemos entonces de los dulces que son puro azúcar, leche y manquilla. O peor aún margarina.

Ese chute glucósido al finalizar una paella acompañada de cerveza o sangría, que sí, que está muy buena, no hace otra cosa que convertir ese azúcar en alcohol y unirlo a moléculas de grasa almacenádolas en paquetitos en los depósitos de grasa y acumulándose en nuestras arterias como triglecéridos y colesterol. Retener agua y engordar el adiposito abdominal inflándolo como un globo.

Pero... entonces.... ¿estás diciendo que no voy a poderme comer un arróz? NO, lo que digo es que si tienes unos kilos de más o de mucho más, ese arróz no te beneficia. Una vez al mes no te hace ningún daño, lo malo es que esté presente en tu dieta semanal.

¿Y si quiero estar delgado qué debo comer?

Los nutricionistas lo tienen muy calro, comer menos de lo que se gasta, y ejercicio. Pero no siempre funciona, vamos que no funciona en absoluto. Y es porque se trata a todo el mundo por igual y no individualmente. Si acudimos al nutricionista nos dirá.

Dieta de 1.200 kcal y ejercicio.

Desayuno: 1 rebana de pan de 25 gramos, una hoja de lechuga, un filete de jamón dulce de 40 gramos, y un vaso de leche o zumo.

Ahí ya empezamos mal. No se puede estar pesando los alimentos ni contar calorías porque nos desespera. Y además, ¿quién se come eso a las 5 de la mañana si a las 6 entra a trabajar? ¿O es que aquí somos todos como los anuncios que trabajan en oficinas a las 9?

Proteínas vegetales con sabores naturales, es lo mejor para el organismo
siempre y cuando no se mezclen con leche.

Y de entrada nos metemos un chute de azúcar, en el caso de que se pueda desayunar así, y lacteos de buena mañana. Vamos a ver. El cuerpo lo primero que necesita nada más levantarnos, aparte de ir al aseo, es meter una buena dosis de proteínas, porque de lo contrario las toma de los músculos. De ahí que cuando se engorda baje la masa muscular, a mayor cantidad de HC menos proteínas.

Y no estoy hablando de zamparse unos huevos fritos o un filete de buena mañana. sino de aportar una cantidad elevada de proteínas que bien pueden ser animales o vegetales. Por ejemplo los preparados protéicos de los culturistas. Los hay de sabores y son un 90% proteínas y aminoácidos.Se toman fríos o calientes y es un excelente batido. Eso sí no mezclarlos con leche que es puro veneno. Pero de ella hablaremos en otra ocasión.

Continuará...