sábado, 29 de enero de 2011

OPERACIÓN GALGO


   En la operación galgo cuanto “galgo” Del árbol caído todos quieren sacar artilla, los que antes buscaban la fotografía, ahora van a por leña. La presunción de inocencia la dejaremos para cuando nos toque. Sabemos que la elite no consume el menú diario del que tenemos en nuestras casas, también sabemos que para una plus marca no es suficiente la lechuga por muy verde que sea. Otros brotes verdes se necesitan para que el dúo deporte y laboratorio sigan de la mano.

   Un atleta se puede fotografiar con un político dopado, “corrupto” Pero en caso contrario hay que romper la foto. Al carro de los vencedores todo el mundo se sube y al de los perdedores o el caído en desgracia va huérfano.
   En la elite se esta para ganar, el participar se los dejaremos a la pachanga, buscamos el limite con todo lo que la tecnología del momento nos de, el record por un segundo a costa de sudor, trabajo y lagrimas, estas tres cosas muchas veces no estamos dispuestos a pagar y cogemos un atajo, el que otros dicen que lo es, y viene la picaresca de legal o ilegal dependiendo de cada federación y día. Son los momentos de echarle una liebre al galgo.

   Hoy, funciona el dejar a gente en la estacada, donde se pasan de los laureles al linchamiento en cuestiones de horas. No pondré la mano en el fuego por nadie, y el que la haga que la pague, pero el que se aprovecho de la foto que no la rompa tan pronto. Hay que dejar un tiempo para que repose el buen vino y no ir tirando medallas y homenajes al vino de cosecha por motivos electorales. El camino del desierto siempre se hace solo, pero el que se fotografió con el deportista si rentabilizo el marco. La hipocresía anda por calles y no estoy pensando tan solo en las del estadio...

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