Mr. Spock |
El prototipo del español puede cogerse el que uno quiera, Hernán Cortes por quemar las naves. “Honra sin barcos” de Méndez Núñez, los dos seguidores de don Quijote. En España hay tópicos, símbolos y castizos para todos los gustos.
La constante del español es un músico callejero en las terrazas de la Catedral de Murcia, lleva una bicicleta de hierro pintada de azul con un caballete la deja de pie, se gira la guitarra que lleva colgada a la espalda y a los comensales de la terrazas les dice, - Buenos días señores. Acto seguido se pone a cantar. Nada de damas y caballeros, o, señoras y señores. Tan solo un “señores” fuerte y rotundo para que le presten atención, no son necesarias las parafernalias para expresarse correctamente.
El otro español histórico es Frank de la Jungla. Un tipo que se recorre la selva con una gorra, una camiseta, pantalón corto, calcetines y chanclas… con un par. El coronel Tapioca es un sibarita.
Un recuerdo para los chicos de Krasny Bor. La vida de don Quijote se sigue escribiendo.
Los irreductibles, el espíritu que nunca muere.
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