2 EN 1



Mr. Spock



EL TROPIEZO

    A base de tropezar se va aprendiendo, eso dicen algunos. El ser humano tropieza y tropieza en la misma piedra, necesita leyes y jueces para que diriman quien tiene más derechos del lugar, el pie o la piedra. Para colmo a veces también se necesita a un notario, que de fe de la piedra, la existencia del pie no se pone en duda.

   Los españoles topamos con la partidocracia cada cuatro años, los dos partidos salen con la baraja al completo, uno corta la cartas y otro la reparte, hasta dentro de cuatro años que volverán a jugarse la partida. En este periodo el ciudadano paga viendo jugarse su dinero. Mientras tanto, los partidos buscan jueces para que les sujeten los ases que tienen bajo la manga. Y el notario dice que las cartas se han repartido.

   El tropiezo de la democracia, en la misma urna cada cuatro años, la culpa de la rendija que se ha tragado nuestro carnet de identidad y las esperanzas. Hemos votado y cumpliéremos como ciudadanos, pagando. Si no lo haces puedes tener seguro que la partidocracia no tropieza y necesita nuestro dinero para que la partida sigua.

   La banca siempre gana, si tropieza pagamos nosotros… porque la banca siempre gana, mientras que los partidos mueven sus cartas.

                          PROHIBIDO MEARSE

    Prohibido mearse, es el mensaje que se puede leer en un cartel delante de un monto de leña. El perro no sabe leer, por lo tanto levanta la pata donde quiere.

   El cartel nos pide colaboración porque nosotros meamos más alto que el perro sin levantar la pata.  El cartel no está puesto por motivos de olor sino de distancia de la leña mojada. Cuando se encienda la leña veremos quién no ha leído el cartel. 

    

   Hay un cartel que si se respeta, “prohibido espabilar tontos” las autoridades se preocupan de su obligado cumplimiento. A veces muy pocas veces, hay algún perro que no lee el cartel  y avisa que viene el amo. A veces  cuando nos están peinando sacamos la lengua y meneamos el rabo.

   ¡Leamos el cartel!

 Para que siga inamovible

 los que están en el poder.

  Prohibido mearse, reza el cartel que nadie lee.