Mr. Spock |
Recuerdo de pequeño, sobre los años 70 del siglo pasado que en mi casa había una lavadora de marca “Gioconda” De carga vertical, con la tapa separada que la utilizaba para jugar como escudo; utilizaba para el lavado un cubo de agua y detergente, de un tambor de ocho kilos; el desagüe era un trozo de manguera con un tapón de goma redondo unido a el, se giraba y se vertía el agua en un cubo. Después mi madre enjuagaba la ropa y la tendía.
Comparar dicha lavadora con las de hoy es ver como la inutilidad ha llegado a la máxima expresión en nuestras casas. La de antaño, ahorraba energía, agua y tiempo en comparación con las de ahora.
La lavadoras “Moernas” son programas largos de estar moviendo la turbina, cogen el detergente y te dejan la cal; cogen el suavizante y te dejan la tarifa de la luz levitando; te protegen los colores y te dejan el bolsillo en blanco y negro. Eso sí, con lucecitas y pitos para recordarte que el mimbreo del tambor se ha parado, ya puedes abrirle la tapa y coger la pinza. Todo es fácil, pagando, como siempre.
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