En la travesía del año pasado un padre llevo a hombros a su hijo pequeño por cansancio y tiempo lluvioso. Era la corta, pero corta no quiere decir fácil, corta no quiere decir que no llueva o haga calor. Corta en noviembre quiere decir pocos kilómetros, que incluso te puedes perder, lo único seguro en la travesía corta es si hay luna llena o no.
El pequeño sufrió una hipotermia y el padre culpo a la organización. Vivimos en una sociedad rodeada de seguros y el que lo paga es el responsable, que llueva y las piedras estén resbalosas, haya charcos y barro en la travesía es responsabilidad de la organización por hacerla sin prevér los elementos. La negligencia del padre la paga el seguro de la organización para tal evento.
La organización que sufre hipertermia, falta de temperatura y sensibilidad ha decidido no atajar el problema, que era expulsar al padre de las futuras pruebas y limpiar la competición de irresponsables.
La organización ha tomado una decisión cutre y arbitraria: no dejar participar en la prueba a menores de 15 años. Por qué no hasta 14... o ya puestos, a la mayoría de edad.
De seguir así pasará como con los toros. Por no ofender acabrán prohibiéndolos. |
La organización de la travesía por falta de circulación de la sangre en las venas ha tenido una hipotermia. Se da la circunstancia que un chico esta participando en la travesía desde los 8 años, después de 6 travesías este año no puede participar. Esta organización representa fielmente parte de la sociedad española, por no tener valor de castigar al negligente cambia las normas y penaliza al inocente.
Cuanta hipotermia tiene esta organización.
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