jueves, 11 de octubre de 2012

OPINIÓN: WERT

Capitán Kirk.

La polémica está servida. Las declaraciones chulescas del ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, en el congreso de los diputados el día de ayer, no hicieron más que inflamar un conflicto que hoy, más que nunca, necesita de una buena dósis de paciencia y precaución.
 
Con la situación que se está viviendo y la rebeldía de Cataluña, o más bien la de su presidente Arturo Mas,  no faltaba más que un ministro del gobierno del PP sacara a relucir su fantasmarónica ideología derechona.
 

No hace falta decir que sus declaraciones a priori estuvieron fuera de lugar, pues sólo escuchamos estas, los medios se encargaron de difundir unas imágenes y frases fuera de contesto pues sus declaraciones, poco acertadas la verdad sea dicha, fueron como respuesta a la exclamación alarmista formulada por el grupo de Arturo Mas de "¡Es que quiere españolizar a los niños...!" y obviamente, el ministro respondió afirmativamente.

El problema de Wert fue que no tuvo la sufiente rapidez mental como para dar un repaso de historia de España a los radicales separatistas. Y fue una oportunidad perdida que hoy, como se puede ver en toda la prensa, el que ha quedado mal ha sido el ministro.

Si en lugar de decir lo que dijo hubiera planteado la respuesta o su intervención en un sentido crítico hacia la política dictatorial de la inmersión lingüística en cataluña, no sólo hubiese dejado con el trasero al aire a los nacionalistas, sino que hubiese sido portada en medio mundo.

Lo que ocurre en cataluña ya es demencial, no vale que salga alguien de la generalidad diciendo que se desconoce la realidad de Cataluña. No, mire usted, como dijo alguien. La realidad catalana es que en Cataluña no se puede escolarizar a niños en castellano, que hay comisarios políticos al más puro estilo GESTAPO que vigilan si los niños en el recreo hablan castellano.

Que un crío de primaria tenga un mínimo conocimiento del país donde vive, y que sea educado bajo una mentira histórica de independencia que nunca existió. Una región de España donde la asignatura de Historia de España se llama Historia y en su defecto se incluya como principal texto una pseudohistoria de Cataluña. A esto se le llama adoctrinar, por mucho que diga Vallés.

En los tiempos de la dictadura franquista existía la asignatura "Espíritu Nacional" como adoctrinamiento de masas escolares, y eso sería muy lejano en el tiempo, pues yo asistía a la escuela y nunca estudié dicha asignatura. Sin embargo, sí que unos amigos familiares residentes en Barcelona, el hijo de estos que debía ser de mi edad, estudiaba catalán en un colegio de curas. Y tampoco estudió nunca dicha asignatura. Y entonces que yo me acuerde, corría el año 1969.

Pero si con el franquismo se instauró dicha asignatura, a los socialistas y radicales catalanes se situan al mismo nivel de lo que ellos tanto repudian. Los socialistas por implantar su "Educación para la ciudadanía" (abajo dejo tres vídeos, uno de la vicepresidente del gobierno de Zapatero adoctrinando a unos alumnos de primaria, otro sobre la imposibilidad de matricular a un niño en castellano en Cataluña y por último la rueda de prensa de Ciudadanos de Cataluña de marzo de 2012 donde en los primeros 10-12 minutos revela la realidad catalana.) y a los radicales separatistas con su "Educación cívica" que ejerce un fuerte control y prohibición de la lengua española en Cataluña.

Somos democráticos, civilizados, y hemos aprendido del pasado, ¿no?. Pues no seamos como fueron ellos. Pero qué podemos esperar si Jorge Pujol era falangista, como lo fue Felipe González.

 








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